Las personas que disfrutan de la costura saben que su afición es también una manera excelente de ahorrar mucho dinero. No solo porque son capaces de realizar sus propios arreglos en pantalones o faldas, sino también porque incluso pueden realizar sus propias prendas de ropa y complementos para el hogar.
Las cortinas para la sala, los cojines para el sofá o un nuevo tapete para un taquillón serán mucho más económicos y totalmente personales si los realiza uno mismo. Pero para que además de conseguir un resultado original se ahorre dinero respecto a comprarlo hecho, es necesario encontrar telas a buenos precios.
La mejor opción es comprar pequeñas cantidades de tela pero que el precio que te hagan sea como si compraras al por mayor. Y eso es lo que sucede cuando compras tejidos al por menor en tejidosparedes.net. Además, puedes elegir entre un catálogo muy amplio de telas de todos los tipos, que te permite encontrar siempre aquella que mejor encaja para tus diseños y también para tu bolsillo.
Coser ya no es cosa de sexos
Coser se ha puesto de moda a raíz de la crisis. Muchas personas que no habían cogido jamás de la vida una aguja y un dedal se han lanzado a hacerlo para poder recortar gastos y en muchos casos le han cogido afición y se han descubierto como verdaderos artistas de la aguja y el hijo.
Y cuando hablamos de artistas nos referimos tanto a hombres como a mujeres. Las labores de costura han sido consideradas desde siempre una ocupación femenina, pero del mismo modo que los hombres ya cocinan sin complejos y también han comenzado a tejer con bastante éxito, están empezando a realizar trabajos de modistas.
Es cierto que toda la vida ha habido hombres que cosen, no hay más que recordar a los sastres o a los más importantes modistos, pero estos trabajos eran de cierta altura mientras que el que se hacía en casa, reparaciones, piezas de ropa sencillas o bordados solía quedar relegado para ellas.
Todavía no podemos decir que la costura sea algo equitativo, pero sí podemos afirmar que ya les ha entrado el gusanillo a los hombres y que seguramente, en poco tiempo sea tan normal ver a un hombre cosiéndose el bajo de sus pantalones como ya lo es ver cocinar la cena para toda la familia.
