En verano aumentan las visitas a urgencias por picaduras de inséctos

Con la llegada del calor, las familias aprovechan para disfrutar de más actividades al aire libre. Sin embargo, este incremento en el tiempo que pasamos fuera de casa tiene un efecto colateral poco deseado: en verano aumentan las visitas a urgencias por picaduras de insectos. Y es que, cuando el termómetro sube, también lo hace la actividad de mosquitos, avispas y otros insectos que pueden convertirse en una molestia para grandes y pequeños.

Las picaduras de insectos no solo son comunes, sino que pueden ser muy molestas, y en algunos casos, requerir atención médica. Si bien la mayoría de las veces estas picaduras son leves, es importante saber cómo prevenir y actuar ante ellas para evitar complicaciones y disfrutar de un verano seguro y placentero.

¿Por qué aumentan las visitas a urgencias pediátricas por picaduras de insectos en verano?

La razón de este aumento es multifacética. Durante la temporada estival, los niños suelen pasar más tiempo jugando en parques, piscinas y zonas de naturaleza donde la presencia de insectos es mayor. Además, las altas temperaturas y la humedad crean el ambiente ideal para que estos animales se reproduzcan y estén más activos. Con más exposición y más insectos alrededor, es lógico que en verano, los niños sufran más picaduras de insectos.

Es importante también considerar que los sistemas inmunológicos de los niños están aún en desarrollo, lo que puede hacer que reaccionen de manera más intensa a las picaduras. La piel suave y delicada de los más pequeños puede ser particularmente atractiva para mosquitos y otros insectos, incrementando el riesgo de picaduras.

Además, muchos niños y padres pueden no estar completamente informados sobre cómo prevenir las picaduras y cómo reaccionar ante ellas, lo que puede llevar a un manejo inadecuado y a la necesidad de visitar las urgencias pediátricas.

¿Cuáles son las urgencias más comunes en verano?

• Urgencias por picaduras de abejas y avispas en verano: Las picaduras de estos insectos son comunes y pueden causar reacciones dolorosas y en algunos casos alérgicas graves.
• Intoxicaciones alimentarias: El calor favorece la proliferación de bacterias en los alimentos, aumentando el riesgo de toxiinfecciones.
• Golpes de calor y deshidratación: Las altas temperaturas pueden afectar gravemente la salud, especialmente en niños y ancianos.
• Lesiones por actividades al aire libre: Caídas, torceduras y fracturas son más frecuentes en esta época del año.
• Infecciones de la piel y quemaduras solares: La exposición prolongada al sol sin protección adecuada puede acarrear serios problemas cutáneos.

¿Qué insectos causan más picaduras en verano?

Los mosquitos son, sin duda, los principales protagonistas en cuanto a picaduras se refiere. Estos pueden transmitir enfermedades y causar reacciones alérgicas. Las avispas y las abejas también son responsables de muchas visitas a urgencias, especialmente por el riesgo de anafilaxia en personas alérgicas.

Otros insectos como las hormigas, especialmente las rojas, y las garrapatas, pueden provocar molestias y reacciones cutáneas notables. En zonas rurales o con presencia de agua estancada, la incidencia de picaduras por parte de otros insectos como tábanos o moscas negras también puede ser mayor.

¿Cómo prevenir picaduras de insectos durante el verano?

Prevenir las picaduras es la estrategia más eficaz para evitar una visita indeseada a urgencias. Aquí te dejamos algunos consejos:

• Usar repelentes de insectos adecuados para la edad de los niños y aplicarlos según las instrucciones del producto.
• Vestir ropa de colores claros y que cubra la mayor parte del cuerpo posible.
• Evitar el uso de perfumes o productos con olores fuertes que puedan atraer a los insectos.
• Instalar mosquiteras en ventanas y puertas para mantener a los insectos fuera de casa.
• Limpiar y eliminar el agua estancada cerca de la vivienda, como charcos o recipientes, que son criaderos potenciales para los mosquitos.

¿Qué hacer ante una picadura de insecto?

Si a pesar de las medidas preventivas, ocurre una picadura, es importante actuar correctamente:

1. Mantener la calma y alejarse del área para evitar más picaduras.
2. Limpiar la zona con agua y jabón para minimizar la posibilidad de infección.
3. Aplicar hielo o compresas frías para reducir la hinchazón y el dolor.
4. En caso de picaduras de abeja, retirar el aguijón con cuidado, sin apretar el saco venenoso.
5. Utilizar productos tópicos antipruriginosos o antihistamínicos orales si es necesario.

¿Cuándo consultar al pediatra por picaduras de insectos?

Aunque la mayoría de las picaduras son leves y se resuelven sin complicaciones, es recomendable consultar al pediatra en los siguientes casos:

• Si la picadura presenta signos de infección, como enrojecimiento excesivo, calor o pus.
• Si el niño experimenta síntomas de una reacción alérgica: dificultad para respirar, hinchazón en la cara o cuello, mareos o debilidad.
• En caso de que la picadura no mejore después de unos días o los síntomas se intensifiquen.
• Si se desconoce el tipo de insecto o se sospecha que puede ser peligroso.

¿Existen tratamientos efectivos para las picaduras de insectos?

La mayoría de las picaduras se tratan con medidas de soporte y cuidados locales. Los antihistamínicos pueden ayudar a controlar la picazón y la hinchazón, mientras que los analgésicos pueden aliviar el dolor. En casos de reacciones alérgicas graves, es posible que se requieran tratamientos de emergencia, como la administración de epinefrina.

Para las picaduras más comunes, los consejos para aliviar picaduras de insectos incluyen el uso de cremas con hidrocortisona o aloe vera, que pueden ayudar a reducir la inflamación y calmar la piel. Además, es fundamental educar a los padres y a los niños sobre la importancia de evitar rascarse para prevenir infecciones secundarias.

En conclusión, es vital estar informado y preparado para actuar frente a las picaduras de insectos, especialmente durante los meses de verano. Tomar medidas de prevención, saber cómo reaccionar ante una picadura y entender cuándo es necesario buscar atención médica son claves para garantizar la salud y el bienestar de los niños durante esta época del año.