Muchas inmobiliarias recomiendan a sus clientes que, si van a vender su casa, esta esté amueblada. Esto debe de ser así porque para la mayoría de la gente es más fácil calcular el espacio de las habitaciones cuando ve dentro de ellas los elementos típicos de la misma.
Por ejemplo, en un dormitorio quieren ver la cama y un armario y en la sala de estar el sofá, la mesita y el mueble de la tele como mínimo. Se trata de que la casa no esté demasiado llena de cosas, porque esto podría hacer que parezca más pequeña, pero sí que tenga los elementos mínimos.
Cuidar los detalles
También es importante cuidar los detalles, estos darán buena impresión de la vivienda. Los muebles deben de estar en buen estado para dar la mejor impresión y es bueno que la casa tenga cortinas y las camas su correspondiente colcha, aunque no tengan nada más.
Estos pequeños detalles aportan una mejor impresión de la vivienda y harán que el posible comprador se sienta mucho más inclinado a la compra. Se puede comprar ropa de cama online a buen precio y vestir las camas, adquirir cortinas a juego y una funda para el sofá si este está muy viejo.
Esto dará sensación de nuevo y de limpio pero, además, también modernizará el aspecto de la vivienda, que quizás pueda ser anticuado en el caso de que sea, por ejemplo, una vivienda heredada de personas mayores, con sus muebles, la que se esté tratando de vender.
La ropa de cama y de casa moderna dará a los visitantes una perspectiva de cómo puede ser la casa y de las posibilidades que tiene de ser modernizada y de verse muchísimo más actual.
Otros pequeños arreglos
Es importante retirar de la casa todo aquello que sea demasiado personal, al menos eso aconsejan los vendedores con experiencia. Las fotos de la familia o las figuritas de recuerdo hacen que el posible comprador vea la casa como el hogar de otra gente y le cueste más imaginarla como su propio hogar.
Son detalles pequeños, pero que psicológicamente pueden marcar la diferencia y, realmente, nos cuesta tanto respetarlos. Quita también el exceso de adornos de la vivienda para que puedan imaginarse como quedaría con aquello que les gusta a ellos.
Por último, un ambientador agradable también puede ayudar, ya que entrar en una casa que huele a cerrado no es algo que de muy buena impresión y los olores tienen una indudable importancia psicológica.
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