Ana Tuñas Matilla.- España carece de plantas de reciclaje de baterías de iones de litio, que ahora estamos enviando a Francia, Bélgica o Alemania y, que se sepa, solo está prevista una en el país, que según los expertos no llegará. será suficiente para cubrir las cantidades que surjan a medio plazo, especialmente con la llegada del vehículo eléctrico.
Las baterías y acumuladores químicos a base de litio se utilizan en soluciones de movilidad eléctrica, representando el 60% del mercado, con una vida útil de alrededor de 8 años para automóviles y 5 años para bicicletas, scooters o motocicletas.
El 40% restante son casi exclusivamente dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas u ordenadores (vida media entre 2 y 3 años). Además, se prueban para el almacenamiento de energía estacionario.
Según la Plataforma Española de Tecnología e Innovación en Almacenamiento de Energía BateríaPlatSe estima que en 2030 se moverán 56.000 toneladas de baterías de Ion-Litio en España, donde el Gobierno se ha fijado como objetivo tener 5 millones de vehículos eléctricos ese año.
Sin embargo, en el país solo se ha publicado un proyecto para reciclar estas baterías: novolitioparticipada por Endesa (45%) y Urbaser (55%) y con sede en Cubillos del Sil (León).
Se prevé que la planta esté operativa en 2024 con una capacidad inicial para recuperar y reciclar 8.000 toneladas de baterías al año -equivalentes a 16.000/17.000 baterías de vehículos eléctricos-, aunque esta capacidad puede aumentar progresivamente hasta las 24.000 o 25.000 toneladas en función de la demanda, su explicó el técnico Javier Sardinero a EFE.
Novolitio recogerá las baterías y las transportará a la planta de León, donde las que no puedan ser reutilizadas serán descargadas, desmontadas y sometidas a un proceso de separación y trituración.
Este proceso permitirá reciclar materiales como el aluminio, el cobre y los plásticos y extraer la denominada “masa negra”, una composición rica en metales estratégicos como el cobalto y el níquel y, en menor medida, el litio y el manganeso. esencial para la fabricación de nuevas baterías y precursores.
Esquema de funcionamiento de la planta de Novolitio en construcción en Cubillos del Sil (León) Imagen cortesía
No hay tecnología económicamente viable para extraer todos los metales
Sin embargo, la recuperación de estos metales no se llevará a cabo en Cubillos del Sil, según Sardinero, quien explicó que se necesitarían «muchas toneladas» de masa negra para que el proceso sea económicamente viable.
Esto implica que habrá que juntar masas negras de diferentes países, dijo el experto de Endesa, señalando que hay proyectos avanzados en el norte de Europa en este sentido y que la estrategia es venderles lo que generan.
Es de importancia estratégica reintroducir estos metales en la cadena de valor, para no depender de comprar el metal fuera de Europa y trabajar con un producto más sostenible, defendió.
La consultora Arthur D. Little (ADL) estima que en 2030 Europa debería tener capacidad para reciclar 700 kilotoneladas de baterías de litio, un mercado que se triplicará en 2040 cuando las de los vehículos eléctricos lleguen al final de su vida útil.
Si, según cálculos de BatteryPlat, España concentra el 8% de este mercado (basado en estimaciones europeas para vehículos eléctricos), el país deberá tratar 56.000 Tn/año en 2030, lo que indica que Novolitio no podrá cubrir toda la demanda nacional cubrir .
Billete de varios millones de dólares
A falta de plantas de reciclaje de pilas y baterías de litio, actualmente las enviamos a países como Francia, Alemania o Bélgica, con altos costes económicos y una importante huella de carbono.
Recoger, tratar y transportar una tonelada de estos residuos a Francia cuesta entre 3.000 y 5.000 euros, dependiendo del estado de las baterías, las condiciones de seguridad y la contenerización. reciclaje.
Extrapolado a las toneladas previstas para 2030, la factura sin Novolitio estaría entre 168 y 280 millones de euros anuales.
Solo el traslado de un camión de Madrid a Alemania con una carga aproximada de 24 toneladas cuesta unos 4.000 euros por viaje, calculan medioambiente.
Desde BatteryPlat confían en que el desarrollo de nuevos procesos, la recuperación de elementos valiosos para el mercado tras el reciclaje y los volúmenes de recogida moderen los precios y ello fomente la construcción de más plantas en España.
La posibilidad de reutilizar módulos y celdas será otra línea de desarrollo y alternativa para los sectores afectados, agregaron.
Las baterías de los vehículos eléctricos, cuya demanda crece a un ritmo del 30 % anual, deben sustituirse cuando su capacidad cae por debajo del 70 %, pero pueden utilizarse en otras aplicaciones, p. Como sistemas de almacenamiento de energía se utilizan.
“Si nos quedamos atrás, aún tendremos que enviar las baterías a otros países para su reciclaje, con los costos económicos y ambientales asociados, y perderemos una oportunidad única de mantener materias primas críticas en el país a través de la minería inversa. ‘, advierten desde BatteryPlat.
En España existe la responsabilidad ampliada del productor, que se aplica a las empresas que comercializan determinados productos, p. B. un automóvil, obligado a hacerse cargo de la eliminación de los residuos que generan. EFEVerde
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